me pregunto tantas cosas, y lo peor nunca tendrán respuestas, llenar este vacío cuesta, pero mi soledad ante todo me ayuda a pensar en frío y vivir mi mentira sin que otros la descubran, es increíble como esa Alexandra sale cuando debe, esa que pone su mejor cara y su gran sonrisa para llevar por delante los problemas mientras aquella dulce, tierna e ilusa Alexa llora en algún rincón de mi sistema límbico esperando poder encontrar consuelo, pues aunque odie con su vida amanecer con los ojos hinchados y que además se le corra la máscara de pestañas, no hay forma que pueda parar las lagrimas una vez que comienzan, pero para esos momentos esta ella, Alexandra, la dura, la sarcástica, la con la gran sonrisa le muestra al mundo su mayor mentira ... no me gusta Alexandra, pero por ahora no es más que mi caballito de batalla, ya salimos de otras juntas, esa vez no sera la excepción... encontraremos alguna forma de seguir hasta que Alexa se una y las tres volvamos a ese punto zen que teníamos antes.
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